Proyectos de I+D+i impulsan la biofactoría de Ourense como referente europeo en economía circular

Los resultados obtenidos en la Unidad Mixta CIGAT Biofactoría han impulsado el desarrollo de nuevas soluciones de I+D+i en la biofactoría de Ourense, a través de los nuevos proyectos ECOVAL y WalNUT.

La Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ourense actualmente constituye un referente en economía circular gracias a la transformación que ha experimentado en los últimos años al convertirse en una biofactoría, es decir, un nuevo modelo de instalación basada en los principios de economía circular, donde se regenera agua para su posterior reutilización, se producen energías renovables y se transforman los residuos en recursos. De este modo, se maximiza el valor de los recursos impulsando un modelo energéticamente neutro y que contribuye al residuo cero.

El éxito de los resultados obtenidos en la Unidad Mixta CIGAT Biofactoría, fruto de la colaboración público-privada entre Viaqua, Cetaqua y la Agencia Gallega de Innovación (GAIN), ha servido de base al desarrollo e implementación de nuevos proyectos de I+D+i, esta vez con foco en Europa, como H2020 Walnut e Interreg Sudoe ECOVAL.

Ambos proyectos, alineados con la Agenda 2030, posicionan Galicia como referente a nivel europeo en lo que respecta a la implementación de tecnologías innovadoras desarrolladas para la gestión eficiente de corrientes urbanas y el consiguiente aprovechamiento de los residuos para un menor impacto medioambiental.

ECOVAL (Estrategias de coordinación de gestión y valorización de fangos y residuos orgánicos en la región SUDOE), liderado por Cetaqua Galicia, se basa en la valorización de residuos orgánicos urbanos y fangos de depuración para la obtención de bio-productos como son los Ácidos Grasos Volártiles (AGV), útiles para la industria del plástico, lubricantes o pinturas, entre otros. Por su lado, Walnut, liderado por CARTIF, procura la recuperación de nutrientes y la posterior producción de biofertilizantes, previniendo así la contaminación de las masas de agua y promoviendo la circularidad en la industria de los fertilizantes en el marco de la Unión Europea.

 

Más de 100 personas han asistido al evento “De depuradoras a biofactorías: el potencial del agua en la economía circular”, para conocer los avances técnicos y resultados de los dos proyectos europeos que se desarrollan en Ourense.

Durante el evento “De depuradoras a biofactorías: el potencial del agua en la economía circular”, celebrado esta mañana en el auditorio de Ourense, representantes destacados de la administración pública, universidades y empresas han acudido para debatir acerca de las barreras sociales, legales y de mercado existentes para la valorización de los productos de alto valor añadido presentes en las aguas residuales, útiles para la industria y la agricultura.

El teniente alcalde de Ourense, Armando Ojea, ha inaugurado el acto poniendo en valor “el desarrollo de proyectos de investigación en Ourense, que permiten dar una segunda oportunidad a los residuos de EDAR, haciendo que la ciudad sea más sostenible”.

Los actores de entidades involucradas como grupo Agbar, Cetaqua y el Centro Tecnológico CARTIF, han intervenido para hablar acerca de los modelos de economía circular implementados, la valorización de materia en ácidos grasos y de nutrientes aplicados en la industria fertilizante llevados a cabo. Por otro lado, la Universidad de Vigo y FEUGA, han participado poniendo el foco en las barreras legislativas y de trasferencia para la transformación de las plantas depuradoras en biofactorías.

Los usuarios finales de los recursos extraídos, representados por Repsol, Fertiberia y Grupo Valora han resaltado durante sus intervenciones la viabilidad de la aplicación de estos compuestos en las industrias químicas, petroquímicas y de fertilizantes como un paso clave para impulsar modelos circulares y sostenibles

Durante la mesa redonda moderada por el Catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Juan Manuel Lema, representantes de la Diputación de Ourense, Cetaqua, Viaqua, Repsol, Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León (FPNCyL) y Fertiberia se han reunido para debatir acerca del potencial del agua dentro de la economía circular.

Juan José Vázquez, jefe de Aguas de la Xunta de Galicia en Ourense, ha sido el encargado de clausurar el evento destacando la importancia de proyectos como estos para construir un futuro sostenible y lidiar con el problema de la ausencia de recursos y el aumento de residuos.

La jornada finalizaba con una visita guiada a la biofactoría de Ourense, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer, de primera mano, las instalaciones y tecnologías aplicadas para ambos proyectos.

¿Qué son los ácidos grasos volátiles?

Los ácidos grasos volátiles (AGVs) son unos compuestos orgánicos con seis o menos carbonos en su estructura. Aunque estos términos son extraños para el gran público, lo cierto es que podemos encontrar dichos ácidos en la naturaleza, resultantes normalmente de procesos bacterianos, como la digestión anaeróbica. Dado su alto valor energético, los AGV son parte habitual del metabolismo animal, y es tal su versatilidad que es posible encontrarlos en la producción del vinagre (acético), en los aromatizantes alimentarios (butírico) o conservantes (propiónico). En la actualidad, los ácidos grasos volátiles se obtienen prácticamente en su totalidad a partir de recursos fósiles, lo que implica un muy elevado impacto ambiental.

No obstante, estos AGV pueden producirse a través de procesos biológicos desarrollados en las últimas décadas y sobre los que se siguen encontrando nuevas vías más eficientes y precisas. Además, pertenecen a la categoría de productos intermedios, esto es, pueden ser convertidos en una gran variedad de productos finales (plásticos, pinturas, lubricantes, cosméticos, etc.) en función de los procesos seleccionados. Esta flexibilidad para la obtención y la conversión es una de las razones que hacen que la demanda de AGV en el sector químico no deje de crecer.

En el marco del proyecto ECOVAL SUDOE se desarrollan tecnologías para la producción de estos ácidos a partir de los lodos de depuradora y biorresiduos generados en el entorno urbano. El proyecto impulsa así el modelo de biorrefinería o biofactoría, instalaciones de nueva concepción que generan subproductos de alto valor añadido a partir de -los mal llamados- residuos. Partiendo de estos sustratos se logran cadenas cortas de carbono, ácidos grasos volátiles, que en el caso de ECOVAL son preferentemente el acético, el butírico y el propiónico.

El origen renovable en la producción de AGV representa todavía una fracción mínima, por lo que es fundamental que el desarrollo de soluciones basadas en la economía circular como la que propone ECOVAL, totalmente alineada con los objetivos de la Unión Europea de ser el primer continente climáticamente neutro en 2050.

Interesante, ¿verdad? Pues aquí puedes leer cómo se ha empezado a trabajar en la planta piloto del proyecto.